La energía eólica y su futuro
Es común ver parques eólicos donde los aerogeneradores ocupan grandes extensiones de terreno, mas asimismo empieza a ser frecuente el ver como la energía eólica se utiliza para la producción de energía a pequeña escala en empleo domésticos industriales.
Suelen agruparse en parques eólicos, concentraciones de aerogeneradores necesarias a fin de que la producción de energía sea energía eólica pertenece a las llamadas energías renovables, como son la energía solar y la biomasa. Hoy en día, la energía eólica es empleada primordialmente para generar electricidad a través de aerogeneradores conectados a las grandes redes de distribución de energía eléctrica. Estos parques formados por aerogeneradores suponen una poderosa forma de generación energética que es poco a poco más barata y competitiva, e incluso puede llegar a ser más barata en ciertos lugares respecto a otras energías.
En los últimos años se atribuye a las energías renovables la capacidad de sustituir los combustibles fósiles y reducir en consecuencia drásticamente sus emisiones. El principal objetivo de esta energía es la reducción del empleo de las energías cuya fuente sea fósil, como el petróleo, que es más contaminante y poco a poco más escaso. La principal energía renovable en España es la eólica, representando el tanto por ciento más del consumo eléctrico del país y transformándose en escaso tiempo en una importante opción de producción de energía eléctrica. Además, la energía eólica ha sido la segunda fuente de generación eléctrica en España en 2017.
Si hablamos de la definición, la energía eólica es aquella obtenida de la energía cinética proporcionada por el viento, los aerogeneradores la aprovechan para generar energía eléctrica teniendo esto en cuenta. La energía del viento es utilizada a través de el uso de máquinas eólicas ( aeromotores) capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica de rotación aprovechable, así sea para activar directamente las máquinas para la producción de energía eléctrica. Por tanto, se trata de convertir la energía contenida en el viento en electricidad, la que es conducida mediante la red eléctrica para aprovisionar los diferentes puntos de consumo.
Las aplicaciones de la energía eólica son muy diferentes, dependiendo de su tamaño y ubicación: Se emplean para producir electricidad a gran escala para suministro eléctrico de residencias servicios aislados de red, para bombear agua, para sistemas de telecomunicaciones, para desalinizar agua de mar, etcétera.
Una de las ventajas es que las turbinas eólicas pueden ser instaladas en locales offshore, de manera contraria a la grande una parte de las energías renovables. Entre los inconvenientes de la utilización de la energía eólica como fuente de electricidad se halla el propio hecho de su dependencia del viento, tal y como ocurre con otras fuentes renovables, que dependen del sol o del caudal de los ríos, por poner un ejemplo.
Que las energías renovables, en concreto la energía eólica, constituyen una opción alternativa válida y viable a las otras formas de producción de energía más contaminantes y peligrosas es un hecho probado . Conforme un informe encargado por Greenpeace, la Asociación Europea de Energía Eólica y el Foro de discusión para la Energía y el Desarrollo, el 10 por ciento de la electricidad mundial podría ser eólica en el año dos mil veinte así como crear 1.700.000 trabajos y reducir las emisiones mundiales de CO2 en más de 10.000 millones de toneladas, La potencia instalada de la energía eólica medrará un 160 por ciento en el mundo en cinco años.
Tras la instalación del primer aerogenerador en nuestro país, años más tarde, España consiguió ser el primer país del mundo en el que la energía eólica fuese la primordial fuente de generación eléctrica a lo largo de un año entero (en dos mil trece, con el veinte con nueve por cien de la producción total), lo que le sitúa también como un país muy avanzado en las soluciones tecnológicas que permiten su integración en red.
Aunque si hablamos de un país lider en este tipo de energía, en 2016 la Dinamarca era la líder europea en lo relativo a la producción de energía eléctrica, proveniente de fuentes eólicas - cerca de cuarenta por cien - .
Solo hay que remitirse a los informes macroeconómicos para ver que las energías renovables superan en inversión en los últimos años a las energías más tradicionales, en Europa y América Latina.
Suelen agruparse en parques eólicos, concentraciones de aerogeneradores necesarias a fin de que la producción de energía sea energía eólica pertenece a las llamadas energías renovables, como son la energía solar y la biomasa. Hoy en día, la energía eólica es empleada primordialmente para generar electricidad a través de aerogeneradores conectados a las grandes redes de distribución de energía eléctrica. Estos parques formados por aerogeneradores suponen una poderosa forma de generación energética que es poco a poco más barata y competitiva, e incluso puede llegar a ser más barata en ciertos lugares respecto a otras energías.
En los últimos años se atribuye a las energías renovables la capacidad de sustituir los combustibles fósiles y reducir en consecuencia drásticamente sus emisiones. El principal objetivo de esta energía es la reducción del empleo de las energías cuya fuente sea fósil, como el petróleo, que es más contaminante y poco a poco más escaso. La principal energía renovable en España es la eólica, representando el tanto por ciento más del consumo eléctrico del país y transformándose en escaso tiempo en una importante opción de producción de energía eléctrica. Además, la energía eólica ha sido la segunda fuente de generación eléctrica en España en 2017.
Si hablamos de la definición, la energía eólica es aquella obtenida de la energía cinética proporcionada por el viento, los aerogeneradores la aprovechan para generar energía eléctrica teniendo esto en cuenta. La energía del viento es utilizada a través de el uso de máquinas eólicas ( aeromotores) capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica de rotación aprovechable, así sea para activar directamente las máquinas para la producción de energía eléctrica. Por tanto, se trata de convertir la energía contenida en el viento en electricidad, la que es conducida mediante la red eléctrica para aprovisionar los diferentes puntos de consumo.
Las aplicaciones de la energía eólica son muy diferentes, dependiendo de su tamaño y ubicación: Se emplean para producir electricidad a gran escala para suministro eléctrico de residencias servicios aislados de red, para bombear agua, para sistemas de telecomunicaciones, para desalinizar agua de mar, etcétera.
Una de las ventajas es que las turbinas eólicas pueden ser instaladas en locales offshore, de manera contraria a la grande una parte de las energías renovables. Entre los inconvenientes de la utilización de la energía eólica como fuente de electricidad se halla el propio hecho de su dependencia del viento, tal y como ocurre con otras fuentes renovables, que dependen del sol o del caudal de los ríos, por poner un ejemplo.
Que las energías renovables, en concreto la energía eólica, constituyen una opción alternativa válida y viable a las otras formas de producción de energía más contaminantes y peligrosas es un hecho probado . Conforme un informe encargado por Greenpeace, la Asociación Europea de Energía Eólica y el Foro de discusión para la Energía y el Desarrollo, el 10 por ciento de la electricidad mundial podría ser eólica en el año dos mil veinte así como crear 1.700.000 trabajos y reducir las emisiones mundiales de CO2 en más de 10.000 millones de toneladas, La potencia instalada de la energía eólica medrará un 160 por ciento en el mundo en cinco años.
Tras la instalación del primer aerogenerador en nuestro país, años más tarde, España consiguió ser el primer país del mundo en el que la energía eólica fuese la primordial fuente de generación eléctrica a lo largo de un año entero (en dos mil trece, con el veinte con nueve por cien de la producción total), lo que le sitúa también como un país muy avanzado en las soluciones tecnológicas que permiten su integración en red.
Aunque si hablamos de un país lider en este tipo de energía, en 2016 la Dinamarca era la líder europea en lo relativo a la producción de energía eléctrica, proveniente de fuentes eólicas - cerca de cuarenta por cien - .
Solo hay que remitirse a los informes macroeconómicos para ver que las energías renovables superan en inversión en los últimos años a las energías más tradicionales, en Europa y América Latina.
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